Día de calor, mucho calor, con los objetivos sin definir. Esta vez José y yo elegimos un día del seco y duro julio cacereño para ejercitar nuestros acomodados músculos, y lo hicimos por un sitio privilegiado en el entorno de la sierra de Montánchez, con una densidad de vegetación autóctona envidiable y bien conservada, la sierra de San Cristóbal.
Con las previsiones de calor decidimos comenzar lo antes posible, lo hicimos desde Zarza de Montánchez, por una carreterilla que entre fincas y alcornocales conduce al radar del Cancho Blanco (954 mts.), primer objetivo de la mañana. Los primeros pasos sobre asfalto ayudan a con los estiramientos iniciales de la mañana y aunque sobre asfalto, se antojan fáciles por la ausencia de pendiente, en pocos minutos abandonamos esta vía para comenzar rodeando Peña Cuadrada a ascender por camino de tierra al principio, y posteriormente senderos que sin lugar a pérdida van adquiriendo mayor pendiente según avanzamos, hacemos una paradita en el camino para tomar un poco de aire y observar la elevación de las antenas de Roble Gordo de Montánchez.
Hasta ahora hemos caminado bien protegidos del sol su inclinación y por la vegetación, pero cada vez la luz nos da mas vertical y vamos imaginándonos lo que nos espera.
A pocos metros del radar encontramos la carretera que seguimos hasta llegar a él, y allí, como no, unas fotos y volver a contemplar el paisaje que ahora se disfruta con calma … y con sol.
Bordeando la alambrada de seguridad por el sur nos encaminamos ya sin camino ni sendero al alto del Cerro de San Cristóbal (845 mts.), primero en descenso y posteriormente volviendo a subir, llegamos al alto donde encontramos los restos de la que fuera en su momento la pequeña ermita de San Cristóbal, el estado de la edificación es lamentable, invadido por vegetación se puede imaginar un perímetro de piedras aun con una altura de metro y medio y hacia el oeste y a pocos metros lo que pudo ser la base de la cruz que la acompañaba, paramos a contemplar las vistas y éstas si nos seducen bastante mas, contemplamos Almoharín , el nuevo embalse, y el macizo montañoso de las Coscojeras y la Tocona
SEGUNDA PARTE “El Calvario”
Comenzamos un descenso siempre campo a través y sin dirección, simplemente por donde podemos y nos parece…, en principio por el oeste y luego girando a lo más fácil, dirección sur.
Mas adelante y ante el calor que se nos echa encima decidimos subir por una zona sin apenas vegetación en las Coscojeras donde encontramos una fuente que acondicionada para ganado, tal vez en invierno lleve agua aunque no se en qué condiciones, un poco desesperados decidimos poner fin a nuestra aventura y buscamos la forma mas rápida para volver al punto de partida, para ello nos introducimos entre vegetación bordeando la barrera del Retamar dirección a Valdemorales, buscamos la vaguada entre el Cancho Rondal y esta barrera y pero ante tanta vegetación perdemos el paso por lo que decidimos superarla a lo bruto, una vez en su punto mas alto encontramos un caminillo que nos lleva dando algunas vueltas y pasando por un puentecillo a la población, allí nuestro objetivo es encontrar agua, Una familia nos ofrece llenar nuestras botellas y aunque algo caliente, nos refrescamos. Agradecidos….
Una vez repuestos, nos indican el camino mas cercano dirección Zarza de Montánchez. Nos ponemos en marcha y a la salida de la población otro vecino nos ofrece agua de un pozo de sondeo, pero esta vez rica y fresca, nos parece una gloria. Continuamos la marcha y aunque vemos un camino que se introduce en la sierra y que sin duda será mas corto y nos dirige a nuestro objetivo, ante la desesperación y el calor que hace a estas hora decidimos seguir la conducción de agua por el camino de hormigón hasta el cruce con la carretera que seguimos hasta nuestro coche, son duros y calurosos kilómetros sobre asfalto , pero seguros.
Volvemos a nuestras casas un poco cansados y defraudados por la mala planificación de nuestra aventura, ni es la época ni son las formas. Está claro que en Verano no volveremos a realizarla.