Hoy la ruta que presento, es un paseo por “El Corredor Verde
de La Ribera del Marco” en Cáceres, un arroyo
en el que se asentaron hortelanos y artesanos al pie de su cauce, y que
atesora un importante legado en fauna, flora y desde el punto de vista paisajístico.
Aquí se está desarrollando, aunque en fase de incio, un proyecto de conversión
en zona verde y pulmón de la ciudad así como zona de esparcimiento e
integración de la vida social y cultural…
Sólo se encuentra ejecutada una pequeña parte del
recorrido total, y es la que me dispongo a comentar. Comienza en el sur de la
ciudad, concretamente en la Ronda San Francisco, frente al supermercado de la
cadena Día, próximo a la carretera de Medellín (EX 206), discurre por ambas
orillas del curso fluvial paralelo a la urbanización Vistahermosa durante
aproximadamente unos trescientos metros, se puede apreciar el desbroce y adecuación de la zona
con árboles recientemente plantados y mobiliario urbano, pero eso sí, a estas
alturas de verano, ausencia total de agua.
Muy cerca de aquí, incluido también en pleno
Calerizo, tenemos las prehístoricas
cuevas del Conejar y un poco mas lejos las de Maltravieso, que bien merecen una
visita, aunque en otro momento.
La vía se interrumpe en dos ocasiones por dos calles,
primero la avenida de entrada a la urbanización, y luego, tras pasar un parque
infantil, el puente de la calle Juan Sebastián Bach, debajo de éste se puede
disfrutar con la vista de unos conejos que juguetean alrededor del vivar en
pleno arroyo.
El camino continúa por en los jardines de la Escuela
Taller, y después de pocos metros aparece el Parque del Marco, en él se
encuentra un miliario de la calzada romana y una charca que supone el mayor aporte de caudal a la Ribera.
.A la derecha topamos con una chimenea recientemente
rehabilitada, edificio que pretende ser un lugar de encuentro para jóvenes
músicos.
Dejando el parque a la izquierda nos introducimos en las
Huertas del Conde, que pasa por un bosquecillo de árboles lleno de casitas
artificiales para las aves. Mas adelante, tras superar dos puentes de madera y ser cruzados con los restos de la Calleja de
la Gula, encontramos, además de los
árboles repoblados numerosos frutales como higueras, manzanos, granados, perales….,
que antes daban sombra a las huertas que allí se explotaban.
Finalmente, metros mas allá, podemos divisar un pozo y
una palmera que nos indican la proximidad del final de la adecuación de la
Ribera, el camino gira a la izquierda de una casa abandonada y desemboca en la
calle “Madre de la Ribera”, muy cercana al Hospital San Pedro de Alcántara.
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